En SMARMEC damos importancia a todas las fases de los proyectos, pero sabemos por experiencia que una buena planificación inicial es decisiva a la hora de conseguir resultados
En SMARMEC valoramos todas y cada una de las exigencias y necesidades de nuestros clientes, y por eso mismo fijar los objetivos a alcanzar es una tarea clave.
Por eso consideramos esta Fase 1 primordial: lograr que el plan de negocio sea lo más concreto posible para poder adaptar y ajustar después los procesos de producción.Una mala definición de objetivos puede suponer una cadena de errores en todas las siguientes fases, y esto puede desembocar, a su vez, en problemas graves como que el producto creado no se pueda vender en el mercado.
Existen diferentes causas que pueden alterar el procedimiento a la hora de trabajar con soluciones de ingeniería mecánica, eléctrica y electrónica, así como al elegir los materiales.
La cantidad de productos que se quieren vender, su calidad, el canal, el lugar de venta o las variables de su éxito son ejemplo de ello. Así pues, teniendo en cuenta todos estos factores, en SMARMEC diseñamos, desarrollamos y fabricamos de distinta manera cada proyecto, nos adaptamos exactamente a lo que necesitan los clientes.
Sabemos que no siempre resulta sencillo definir el plan de negocio y más aún cuando el cliente llega solo con una idea, como nos ha ocurrido en alguna ocasión.
Por ello siempre lanzamos una serie de preguntas previas que puedan ayudarnos a definir con exactitud los objetivos que se quieren alcanzar. Estas son algunas de ellas:
- ¿Cuántos productos se van a vender?
- ¿Dónde se van a vender?
- ¿Cuál es el precio apropiado?
- ¿Qué tecnologías se quieren implantar?
- ¿Cuál es el plazo para el lanzamiento del producto al mercado?
Tenemos experiencia ofreciendo soluciones tecnológicas para subconjuntos metalmecánicos. ¿Quieres conocer nuestra historia?
Principales errores en la Fase 1 y cómo evitarlos
Uno de los errores más comunes es la falta de respuesta a todas nuestras preguntas, por lo que es conveniente una honda reflexión previa.
En ocasiones, el cliente le da importancia a un solo objetivo haciendo que los demás pierdan relevancia. En otras, se fija únicamente en factores como el coste del producto sin reparar en las necesidades que exige su producción. O, por el contrario, se obceca en la funcionalidad pasando por alto su coste.
Una mala planificación del proyecto puede que no entorpezca los trabajos de diseño y desarrollo. Sin embargo, acarreará grandes variaciones en el precio final.
En un proyecto reciente no se fijó un precio objetivo máximo y, aun habiéndose superado las expectativas iniciales gracias a la implantación de nuevas funciones y requerimientos que lo hacían más funcional y valioso, se tuvo que empezar el proyecto desde cero porque el departamento de marketing vio que no era posible introducirlo en el mercado al precio que costaba producirlo.
Un ejemplo de cómo funcionamos cuando se han definido correctamente los objetivos es el proyecto que estamos llevando a cabo con Ikusi. Esta empresa instala tótems de información en centros sanitarios. Gracias a la gran labor en la planificación inicial hemos conseguido un coste más competitivo y mayores funcionalidades que con el anterior producto que utilizaban.
La conclusión es que una buena Fase 1 facilita el trabajo en el resto de fases de los proyectos. Las demás fases ya las mencionamos en un post anterior e iremos publicando entradas entrando en detalle sobre cada una de ellas.
Todos los errores mencionados se pueden prevenir marcando bien los objetivos, concretando prioridades y estableciendo una buena comunicación con el cliente desde el principio hasta el final.
Para que exista un buen flujo de información, en SMARMEC asignamos un responsable a cada proyecto para mantener contacto con técnicos de producto, logística o marketing del cliente.